sábado, 30 de julio de 2016

El 75% de las praderas marinas se conservan en buen estado

Medio Ambiente y el Instituto Español de Oceanografía detectan un punto negro en Cala Cerrada por las anclas de los barcos

Voluntarios y clubes de buceo colaboran en el seguimiento de la vegetación sumergida
Pradera de posidonia en el litoral de Murcia. FOTO: J. M. RUIZ

El grado de conservación de las praderas acuáticas es un termómetro que mide la calidad de los fondos marinos. Y atendiendo a esta ecuación, el litoral de la Región de Murcia respira de forma saludable puesto que el 75% de su vegetación sumergida se encuentra en estado estable-progresivo, según los datos del seguimiento anual que realiza el Instituto Español de Oceanografía (IEO) con la colaboración de la Consejería de Agua, Agricultura y Medio Ambiente.

El 24% restante, sin embargo, muestra síntomas de regresión, principalmente por el impacto de la actividad humana. Uno de los principales puntos negros está localizado en Cala Cerrada, en el entorno de Cabo Tiñoso, donde los fondeos han dañado la posidonia, la planta acuática dominante en la costa de la Región.Medio Ambiente instaló el año pasado tres puntos de amarre ecológicos para minimizar el daño de las anclas sobre el fondo marino. Esta pequeña ensenada del litoral cartagenero está incluida en la reserva de interés pesquero declarada esta misma semana por el Gobierno regional.

La consejera Adela Martínez-Cachá y el director del IEO en Murcia, Fernando de la Gándara, presentaron ayer los últimos datos sobre el seguimiento de la praderas marinas, proyecto en el que ambas instituciones trabajan desde que se firmó el primer convenio, en diciembre de 2003.
La red de seguimiento se compone de 19 estaciones de muestreo distribuidas por todo el litoral regional. En tres de ellas se lleva a cabo un seguimiento más exhaustivo de la evolución del alga ‘Caulerpa racemosa’, una especie exótica que se analiza desde 2007 para determinar la posible interacción a largo plazo entre esta especie y la posidonia oceánica.
El seguimiento de las fanerógamas tiene, además de un interés científico y técnico, un importante componente social por la participación de numerosos voluntarios procedentes de todo tipo de colectivos e instituciones relacionadas con el medio marino, como los clubes de buceo.

La Región cuenta con una de las praderas de posidonia más extensas de España, donde además no se ha detectado ninguna tendencia global de deterioro, «circunstancia que sí se da en otros lugares del Mediterráneo», asegura la Consejería de Medio Ambiente.

(Publicado en 'La Verdad' el 30 de julio de 2016)


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