sábado, 2 de julio de 2016

Disminuyen los bosques de algas laminarias en las aguas meridionales

Oceana exige protección efectiva para frenar este «grave problema»; la pesca de arrastre es una de las principales amenazas en el Mediterráneo
         «Los bosques de laminarias disminuyen en aguas europeas y su retroceso es especialmente preocupante en las zonas más meridionales». Esta es una de las principales conclusiones que revela una publicación científica en la que han participado Oceana y varios expertos de siete países diferentes. Estos ecosistemas son tan productivos como las selvas tropicales y están amenazados, por lo que la organización internacional de conservación marina pide que reciban protección efectiva frente a agresiones como la pesca de arrastre.

«Los bosques de quelpos se encuentran entre los ecosistemas más importantes y con menos medidas de conservación de Europa», «Mientras los incendios forestales generan alarma social, la desaparición de los bosques de algas está pasando desapercibida. Es urgente tomar medidas efectivas antes de que sea demasiado tarde para proteger hábitats de los que dependen un gran número de especies», explica el especialista.
Los bosques de laminarias o quelpos proporcionan alimento y cobijo a numerosos peces, invertebrados mamíferos y aves, pero son «muy sensibles a la contaminación, el cambio climático y la sobrepesca».
Tal y como señala el artículo, «algunas especies de quelpos han sufrido rápidos declives en los mares europeos». Un caso alarmante es el de 'Laminaria rodriguezii' en el Mar Adriático, donde se estima que se ha producido una disminución del 85% en los últimos cuarenta años debido a la sobrepesca, que ha llevado a esta especie a estar en peligro de extinción en esta zona. 'Laminaria rodriguezii' está protegida por el Convenio de Barcelona y dentro de España uno de sus bosques más relevantes se encuentra en una zona incluida en la propuesta de Oceana para ampliar el Parque Nacional de Cabrera.
Algunas medidas
En el Atlántico, el retroceso de los quelpos ha llegado a la extinción local en algunas zonas, por ejemplo, en el norte de la Península Ibérica. Muchas especies atlánticas carecen de medidas de protección a pesar del grave estado en el que se encuentran debido a causas como el calentamiento de las aguas, la polución o la sobreexplotación comercial.
Oceana lleva varios años luchando por la inclusión de estos bosques en la lista de hábitats amenazados o que se encuentran en peligro del Convenio Ospar, que reúne a los países con aguas del Atlántico Nordeste. Además, desde Oceana exigen una gestión adecuada en los casos en que ya existen estas medidas de protección. Medidas «urgentes e importantes».

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